Acerca de nosotros

Somos un grupo de cursillistas que vivimos en Canadá y queremos ser fieles al Carisma Fundacional del Movimiento. Carisma recibido por Eduardo Bonnín, fundador del mismo. Nuestro deseo es propagar el Carisma del Movimiento. De esta manera se podrá continuar con lo que Eduardo fundó. Evitando así las desviaciones, modificaciones o agregados que con buena intensión se hacen pero que se alejan de lo que son verdaderamente los Cursillos de Cristiandad.

Eduardo define así:

"El Cursillo de Cristiandad es un movimiento que, mediante un método propio, intenta, y por la gracia de Dios, trata de conseguir que las realidades esenciales de lo cristiano, se hagan vida en la singularidad, en la originalidad y en la creatividad de la persona, para que descubriendo sus potencialidades y aceptando sus limitaciones, vaya tomando interés en emplear su libertad para hacerlas convicción, voluntad para hacerlas decisión y firmeza para realizarlas con constancia en su cotidiano vivir personal y comunitario".

miércoles, 1 de julio de 2015

El Dirigente, martes 30 de junio 2015




 
 
Directorio

Ultreya

Sr. Cardenal José Francisco Robles Ortega
Arzobispo de la Arquidiocesis de Guadalajara

Sr. Cura J. Guadalupe Dueñas Gómez
Asistente Eclesiástico

Pbro. Manuel Salvador Díaz López
Vice Asistente Eclesiástico

José Luis Gutiérrez Gómez
Presidente

José Eliseo Godoy Acosta
Vicepresidente

Ma. Eugenia Íñiguez Ocampo 
Secretaria

Juan Manuel Regalado Durán
Tesorero

José Luis González Arana
Vocal Escuela 

Juan Manuel Regalado Durán 
Vocal Precursillo 

Margarita Ávalos López
Vocal Cursillo 

José Héctor Pérez Muñoz
Vocal Poscursillo
 
Ma. de Jesús Dueñas Sánchez
Vocal de Relaciones Humanas

Ligas de Interés
 
OMCC


Cusillos México


Ediciones cuarto dia


 
amigos del carisma

 
Verdades en punta
  
 
 
Sentirse cooperador de Dios es ya el mejor premio del trabajo
 

 

 
El Mundo visto desde Roma
      

El Papa en el ángelus: ¿creo que Jesús me puede sanar?
 
Ciudad del Vaticano, 28 de junio de 2015 (ZENIT.org)
El Evangelio de hoy presenta la historia de la resurrección de una niña de doce años, hija de uno de los jefes de la sinagoga, el cual se postra a los pies de Jesús y le suplica: "Mi niña está en las últimas; ven, pon las manos sobre ella, para que se cure y viva" (Mc 5,23). En esta oración escuchamos la preocupación de todo padre por la vida y por el bien de sus hijos. Pero escuchamos también la gran fe que ese hombre tiene en Jesús. Y cuando llega la noticia de que la niña está muerta, Jesús le dice: "No temas; basta que tengas fe" (v.36). Da aliento esta palabra de Jesús, y también nos lo dice a nosotros muchas veces. 'No temas, basta que tengas fe'. Al entrar en la casa, el Señor echa a la gente que llora y grita y se dirige a la niña muerta diciendo: "Niña, yo te digo: ¡álzate!" (v.41). Y en seguida la niña se alzó y se puso a caminar. Aquí se ve el poder absoluto de Jesús sobre la muerte que para Él es como un sueño del cual poder despertarse. Jesús ha vencido a la muerte, también tiene poder sobre la muerte física.
Dentro de esta historia, el Evangelista introduce otro episodio: la sanación de una mujer que desde hace doce años sufría pérdidas de sangre. A causa de esta enfermedad que, según la cultura del tiempo la hacía "impura", ella debía evitar todo contacto humano: pobrecilla, estaba condenada a una muerte civil. Esta mujer anónima, en medio de la multitud que sigue a Jesús, se dice a sí misma: "Si logro tan solo tocarle sus vestidos, seré salvada" (v.28).  Y así fue: la necesidad de ser liberada la empuja a osar y la fe "arranca", por así decir, al Señor la sanación. Quien cree "toca" a Jesús y espera de Él la Gracia que salva.  La fe es esto, tocar a Jesús y esperar de él la Gracia que salva, nos salva, nos salva la vida espiritual, nos salva de tantos problemas. Jesús se da cuenta y, en medio de la gente, busca el rostro de esa mujer. Ella se adelanta temblando y Él le dice: "Hija, tu fe te ha salvado" (v.34). Es la voz del Padre celeste que habla en Jesús: "¡Hija, no eres maldita, no eres excluida, eres mi hija!" Cada vez que Jesús se acerca a nosotros, cuando nosotros vamos a Él con fe. Escuchamos esto del Padre: 'hijo, tú eres mi hijo, tú eres mi hija, eres salvado, eres salvada. Yo perdono a todos, todo, yo sano a todos y todo'.
Estos dos episodios --una sanación y una resurrección-- tienen un único centro: la fe. El mensaje es claro, y se puede resumir en una pregunta, una pregunta para hacernos: ¿creemos que Jesús nos puede sanar y nos puede despertar de la muerte? Todo el Evangelio está escrito a la luz de esta fe: Jesús ha resucitado, ha vencido a la muerte y por su victoria también nosotros resucitaremos. Esta fe, que para los primeros cristianos era segura, puede nublarse y hacerse incierta, hasta el punto que algunos confunden resurrección con reencarnación. la Casa del Padre, en la vida que Jesús nos dará.          
Cristianos en Rodaje
 
Cristianos en rodaje
EL MUNDO


Los hombres no te harán caso si te ven suficiente. Los hombres te odiarán si te muestras bueno ante ellos. Esto humilla a los demás, que no son buenos. Molesta tu suficiencia. Molesta tu superioridad. 

 
Por otra parte, recuerda que te es imposible transmitir tus buenas cualidades. Si tú eres santo, no puedes dar un palmo de tu santidad a los demás. Solamente Dios es comunicable. Él si que puede dar lo que tiene. Nosotros no. 

 
Tu bondad te aísla. Mala estrategia de amor sería intentar vencer a los demás, ganar a los demás para Dios con el argumento de tus virtudes por muy santo que seas. Debes seguir otro camino, que es además más real. 

 
Piensa un poco en lo que eres tú. 

 
Posiblemente eres un lujurioso a quien Dios frena. Si te muestras así a los hombres, te entenderán porque ellos también son lujuriosos. Tal vez eres un rencoroso a quien Dios ha enseñado a perdonar. O un cobarde a quien Dios da valentía. O un débil a quien Dios fortalece. O un enfermo a quien Dios ha curado. O un paralítico a quien Dios ha hecho andar. O un muerto a quien Dios resucitó. 

 
Esto si que lo entiende la gente. Esto si que interesa. Porque en el mundo hay miles de lujuriosos como tú, de rencorosos como tú, de cobardes, de enfermos, de paralíticos y de muertos como tú. La única diferencia contigo es que ellos lo siguen siendo y tú no, porque tu tienes a Dios que te va librando de todo eso. 

 
Habla a los hombres así. No haces más que decir la verdad. Convéncete de tu propio pecado. Eres pecador. Piensa un poco en tus cosas malas. Las tienes. O por lo menos, las tenías. Y mientras no lo reconozcas, no puedes comenzar siquiera a ser apóstol en el mundo. 
Recuerda cuando Jesús prometió a sus amigos que les enviaría el Espíritu Santo. Ellos, como tú en su caso, pudieron pensar:
-¡Hola! ¿Nos va a enviar el Espíritu Santo? Ahora sí que iremos bien. Haremos milagros, moveremos montañas, resucitaremos muertos y hablaremos en chino tan ricamente. 
Pero no fueron esos los efectos que dijo Jesús. Nada de milagros ni de hablar en chino sin estudiar. 

 
- Yo os enviaré el Espíritu Santo y Él os convencerá de pecado. 
Este es el efecto, lo primero que hará el Espíritu Santo: convencer de pecado.
Fragmento del libro Cristianos en Rodaje
Valentín GalindoEdiciones 4° Día
La palabra del Domingo
  

No es posible experimentar la acción sanadora de Jesús sin una actitud de fe

 
La frase de Jesús en el Evangelio, con la cual se refiere a sí mismo como un "profeta", ha dado origen a un famoso refrán popular: Nadie es profeta en su tierra. Pero, ¿qué significa en este contexto ser "profeta"? Este término griego corresponde al hebreo nabí, que quiere decir llamado. Los textos bíblicos lo aplican a la persona llamada por Dios que habla y actúa por inspiración divina, y por eso es capaz no sólo de interpretar el sentido trascendente de las experiencias cotidianas, sino también de predecir los acontecimientos futuros. Con esta última capacidad se suele relacionar más comúnmente el término, pero en el Evangelio su significado es ante todo el primero: "profeta" es quien que ha sido llamado por Dios para hablar y actuar en su nombre, como en el siglo VI antes de Cristo lo fue por ejemplo Ezequiel, cuya vocación o llamamiento se narra en la primera lectura de este domingo. 
Como en aquel tiempo entre los habitantes de Nazaret, también hoy entre muchos que indagan sobre la vida de Jesús surge la cuestión acerca de qué tipo de formación tuvo durante su infancia y su juventud. Resuena así la pregunta de sus paisanos: ¿Qué sabiduría es esa que le han enseñado? A juzgar por los relatos de los evangelistas, Jesús no parece haber salido de Nazaret antes de cumplir sus 30 años de edad. Sin embargo, no faltan quienes intentan probar, no sólo que fue instruido en la comunidad de los Esenios, establecida en el desierto cerca de la desembocadura del río Jordán, sino que incluso estuvo en la India, donde aprendió las doctrinas hindúes y budistas. Todas éstas son especulaciones. 
Lo que sí podemos suponer es que debió tener una sólida formación humana y una instrucción muy completa en los contenidos religiosos del judaísmo. Pero lo más importante y que escapa a quienes se encierran en parámetros meramente humanos, es que en Jesús actuaba de manera especial el Espíritu Santo, lo cual iban a reconocer sus primeros discípulos gracias al don de la fe pascual después de su muerte y resurrección. 
Noticias del Secretariado 
 
 
 
Objetivo del MCC en el sexto plan pastoral
 
"Impulsar la nueva evangelización a través del encuentro con Jesús, mediante el anuncio del kerigma a los hombres y mujeres líderes de las estructuras y ambientes de la diócesis de Guadalajara para que vayan y fermenten de evangelio sus comunidades, con una formación integral permanente de sus dirigentes, y el movimiento de cursillos de cristiandad en Cristo tenga vida".                             

 
Con el gusto de siempre y como cada semana nos hacemos presente para estar en una constante comunicación contigo y estés enterado de lo que en un movimiento como el nuestro está sucediendo. 
Verdaderamente es un gusto el saber que en nuestra diócesis de Guadalajara se celebro el cursillo 559 para varones y mas el conocer que 28 nuevos cursillistas vienen a engrosar las filas de este gran movimiento de iglesia como lo son los cursillos de cristiandad. Este número de cursillo pareciera bajo, pero sin embargo es grandioso sobre todo por los grandes esfuerzos que se realizan para que estos se lleven a cabo.    Estamos enterados de todas las dificultades que se tuvieron y sin embargo como son cosas de Dios, estas resultan todo un éxito. Si bien es cierto que durante un periodo de tiempo no se tuvo energía eléctrica y por consecuencia la falta de luz, lo cierto es que la luz de la gracia brillo en todo su esplendor y se dio ese gran encuentro de Dios con el hombre y del hombre con Dios a través de un cursillo de cristiandad.
Felicitamos a quienes serán nombradas en el equipo de servicio del cursillo 377 para damas y por ese SI que sabemos, sabrán dar a Dios por medio de la persona de Jesús.
Te hacemos una cordial invitación para que asistamos a la ultreya de la ciudad este miércoles 1 de Julio en los horarios acostumbrados y en donde bajo la conducción de nuestros amigos de la ultreya de San Judas Tadeo se les dará la bienvenida a los 28 nuevos cursillistas del 559 para varones, que ya están viviendo su cuarto día en sus ambientes. ANIMO Y A HACERNOS PRESENTE.
Aunque un poco tardecito felicitamos a todos los que llevan por nombre  Pedro y Pablo  de nuestro MCC, ya sea por celebrar sus santo o bien su cumpleaños. FELICIDADES.
Estamos preparando el próximo retiro espiritual del mes de julio que desde ahora te invitamos para que no te retires, sino para que asistas y vivas esos grandes momentos de cercanía con Dios.
 
FELICIDADES A QUIÉNES CELEBRAN SU CUMPLEAÑOS:
02.- Julio Sr. Cura José de Jesús Martínez Jiménez
06.- Julio  Ma. Teresa Gómez Peña.

Intensifica tu oración por nuestros enfermos:
Roberto Vargas Díaz
J. Rodolfo Varo Padilla
Julia Amaral de Avila
Julio Silva Martínez
Guillermina Ramírez Fernández (Hna. De Socorrito)
Michel Viridiana Palomino V, Gabriela García V, Juan Paulo Ramírez Ortíz, Isabel Cristina y Ma. Eugenia (Hnas. De Pedro Aguilar)
Celina Amaral C.
Jesús Abundis (Papá de Mago)
Memo Mata
Adriana Shelly
Wendoline Lobato Bobadilla
Maribel Ramírez Luévanos
Luz María Cueva Hernández (C. 375)
Ma. Del Rosario Rodríguez Vallarta (c. 375)
Antonio Falibun Márquez
Sr. Cura Gabriel Ramírez Quintana
Amparo Venegas Casas
Ma. Antonia Lemus Ramos
Juan Manuel Mena García
Norma Irene Orozco de Cámara
Sra. Valentina Buenrostro
Ricardo González Castellanos
Familia Castellanos González
Familia Castellanos Magaña
Andrea Camila Galván Torres
Eva Morán De la Torre
Thedy Aida Velasco Hernández
Margarita Calderón Ponce de León
Padre Ricardo de Santo Niño de Atocha

Si deseas que se pida por algún familiar o conocido enfermo, favor de acudir a nuestro Secretariado.



San Pablo

San PabloAño 67
Pablo, fervoroso Apóstol, un favor te pedimos al recordar tu fiesta de cada año: suplícale a Dios que te imitemos en tu inmenso amor a Jesucristo y en tu deseo impresionante de salvar almas. Que cada uno de nosotros pueda repetir aquella tu frase famosa: “Me desgasto y me desgastaré por el bien de las almas y por el Reino de Cristo Jesús".
Las información que tenemos acerca de la vida de este gran apóstol están contenidas en "Los Hechos de los Apóstoles" (Al final de la S. Biblia) y en las cartas del santo. Son verdaderamente interesantes.
Nació en la ciudad de Tarso, en el Asia Menor, quizás unos diez años después del nacimiento de Jesucristo. Su primer nombre era Saulo. Era de familia de judíos, de la tribu de Benjamín y de la secta de los fariseos. Fue educado en toda la rigidez de las doctrinas de los fariseos, y aprendió muy bien el idioma griego que era el que en ese entonces hablaban las gentes cultas de Europa. Esto le será después sumamente útil en su predicación.
De joven fue a Jerusalén a especializarse en los libros sagrados como discípulo del rabino más famoso de su tiempo, el sabio Gamaliel. Durante la vida pública de Jesús no estuvo Saulo en Palestina, por eso no lo conoció personalmente.
Después de la muerte de Jesús, volvió nuestro hombre a Jerusalén y se encontró con que los seguidores de Jesús se habían extendido mucho y emprendió con muchos otros judíos una feroz persecución contra los cristianos. Al primero que mataron fue al diácono San Esteban y mientras los demás lo apedreaban, Saulo les cuidaba sus vestidos, demostrando así que estaba de acuerdo con este asesinato. Pero Esteban murió rezando por sus perseguidores y obtuvo pronto la conversión de este terrible enemigo.
Saulo salió para Damasco con órdenes de los jefes de los sacerdotes judíos para apresar y llevar a Jerusalén a los seguidores de Jesús. Pero por el camino una luz deslumbrante lo derribó del caballo y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo ¿por qué me persigues?". Él preguntó: "¿Quién eres tú?- y la voz le respondió: "Yo soy Jesús el que tú persigues". Pablo añadió: "¿Señor, qué quieres que yo haga?" y Jesús le ordenó que fuera a Damasco y que allá le indicaría lo que tenía que hacer. Desde ese momento quedó ciego y así estuvo por tres días. Y allá en Damasco un discípulo de Jesús lo instruyó y lo bautizó, y entonces volvió a recobrar la vista. Desde ese momento dejó de ser fariseo y empezó a ser apóstol cristiano.
Después se fue a Arabia y allá estuvo tres años meditando, rezando e instruyéndose en la doctrina cristiana.
Vuelto a Damasco empezó a enseñar en las Sinagogas que Jesucristo es el Redentor del mundo. Entonces los judíos dispusieron asesinarlo y tuvieron los discípulos que descolgarlo por la noche en un canasto por las murallas de la ciudad. Muchas veces tendrá que salir huyendo de diversos sitios, pero nadie logrará que deje de hablar a favor de Cristo Jesús y de su doctrina.
Llegó a Jerusalén y allá se puso también a predicar acerca de Cristo, pero los judíos decidieron matarlo. Entonces los cristianos lo sacaron a escondidas de la ciudad y lo llevaron a Cesarea. De allí pasó a Tarso, su ciudad natal, y allá estuvo varios años.
Y un día llegó a Tarso en su busca su gran amigo, San Bernabé, y se lo llevó a la populoso ciudad de Antioquía a que le ayudara a predicar. Y en esa ciudad estuvo predicando durante un año, hasta que en una reunión del culto por inspiración divina, fueron consagrados sacerdotes Saulo y Bernabé, para ser enviados a misionar.
San Pablo hizo cuatro grandes viajes que se han hecho famosos. El primero ya lo narramos en la historia de San Bernabé su compañero (en el 11 de junio). En ese viaje cambió su nombre de Saulo por el de Pablo, en honor de su primer gran convertido, el gobernador de Chipre, que se llamaba Sergio Pablo.
El segundo viaje lo hizo de los años 49 al 52. En este recorrido ya es menos impulsivo que en el viaje anterior y encuentra menos reacciones violentas, pero estas no faltan y bastante graves. Visita las comunidades o iglesias que fundó en el primer viaje y se propone seguir misionando por el Asia Menor pero un mensaje del cielo se lo impide y le manda que pase a Europa a misionar. Se encuentra con dos valiosos colaboradores: el evangelista San Lucas (a quien llama "médico amadísimo") y Timoteo, que será su más fiel secretario y servidor, y a quien escribirá después dos cartas que se han hecho famosas.
La primera ciudad europea que visitó fue Filipos (en sueños oyó que un habitante de Filipos le suplicaba: "Ven a ayudarnos"). Allí le sacó el demonio a una muchacha que hacía adivinaciones y al acabárseles el negocio de los que cobraban por cada adivinación, estos arremetieron contra Pablo y su compañero Silas y les hicieron dar una feroz paliza. Pero en la cárcel a donde los llevaron, lograron convertir y bautizar al carcelero y a toda su familia. Pablo guardó siempre un gran cariño hacia los habitantes de Filipos y a ellos dirigió después una de sus más afectuosas cartas, la Epístola a los Filipenses.
Después pasó a la ciudad de Atenas, que era la más famosa en cuanto cultura y filosofía. Allá predicó un sermón en el Aerópago, y aunque muchos se rieron porque hablaba de que Cristo había resucitado, sin embargo logró convertir a Dionisio el aeropágita, a Dámaris y a varias personas más.
Enseguida pasó a Corinto, que era un puerto de gran movimiento de gentes. Allí estuvo predicando durante un año y seis meses y logró convertir gran cantidad de gentes. Más tarde dirigirá a sus habitantes sus dos célebres cartas a los Corintios. De allí salió a hacer su cuarta visita a Jerusalén.
Su tercer viaje lo hizo del año 53 al 56. En este viaje lo más notable fue que en la ciudad de Efeso en la cual estuvo por bastantes meses, Pablo logró que muchas personas empezaran a darse cuenta de que la diosa Diana que ellos adoraban era un simple ídolo, y dejaron de rendirle culto. Entonces los fabricantes de estatuillas de Diana al ver que se arruinaba el negocio, promovieron un gran tumulto en contra del Apóstol. De Éfeso partió Pablo hacia Jerusalén a llevar a los cristianos pobres de esa ciudad el producto de una colecta que había promovido entre las ciudades que había evangelizado. Por todas partes se iba despidiendo, anunciando a sus discípulos que el Espíritu Santo le comunicaba que en Jerusalén le iban a suceder hechos graves, y que por eso probablemente no lo volverían a ver. Esto causaba profunda emoción y lágrimas en sus seguidores que tanto lo estimaban. En su quinto viaje a Jerusalén, los judíos promovieron contra él un espantoso tumulto y estuvieron a punto de lincharlo. A duras penas lograron los soldados del ejército romano sacarlo con vida de entre la multitud enfurecida. Entonces cuarenta judíos juraron que no comerían ni beberían mientras no lograran matar a Pablo. Al saber la hermana de él esta grave noticia, mandó un sobrino a que se la contara. Entonces Pablo avisó al comandante del ejército, y de noche, en medio de un batallón de caballería y otro de infantería, lo sacaron de Jerusalén y lo llevaron a Cesarea. Allá estuvo preso por dos años, pero permitían que sus discípulos fueran a visitarlo.
Al darse cuenta Pablo de que los judíos pedían que lo llevaran a Jerusalén para juzgarlo (para poder matarlo por el camino), pidió ser juzgado en Roma, y el gobernante aceptó su petición. Y en un barco comercial fue enviado, custodiado por 40 soldados. Y sucedió que en la travesía estalló una espantosa tormenta y el barco se hundió. Pero Jesucristo le anunció a Pablo que por el amor que le tenía a su muy estimado Apóstol no permitiría que ninguno de los viajeros del barco se ahogase. Y así sucedió. Lograron llegar a la Isla de Creta y allí salvaron sus vidas del naufragio.
Al fin llegaron a Roma, donde esperaban a Pablo con gran entusiasmo los cristianos. En esa ciudad capital estuvo por dos años preso (casa por cárcel) con un centinela en la puerta. Y los cristianos y los judíos iban frecuentemente a charlar con él, y aprovechaba toda ocasión que se le presentara para hablar de Cristo y conseguirle más y más seguidores.
Cuando estalló la persecución de Nerón, éste mandó matar al gran Apóstol, cortándole la cabeza. Dicen que sucedió el martirio en el sitio llamado las Tres Fuentes (Tre Fontana) (y una antigua tradición cuenta que al caer la cabeza de Pablo por el suelo, dió tres golpes y que en cada sitio donde la cabeza golpeó el suelo, brotó una fuente de agua). Las 13 cartas de San Pablo enseñan verdades valiosísimas acerca de nuestra fe. Allí se ve que era un "enamorado de Cristo y de su Santa Religión". En su segunda Carta a los Corintios, San Pablo narra lo que le sucedió en su apostolado: "Cinco veces recibí de los judíos 39 azotes cada vez. Tres veces fue apaleado con varas. Tres veces padecí naufragios. Un día y una noche los pasé entre la vida y la muerte en medio de las olas del mar. Muchas veces me vi en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los judíos, peligros de los paganos, peligros en la ciudad, peligros en el campo, peligros en el mar, peligros por parte de falsos hermanos; noches sin dormir; días y días sin comer; sed espantosa y un frío terrible; falta de vestidos con los cuales abrigarse, y además de eso, mi preocupación por todas las Iglesias o reuniones de creyentes. Quien se desanima, que no me haga desanimar. ¿Quién sufre malos ejemplos que a mí no me haga sufrir con eso?".
Extraído de www.talitakumi.ca